Tiempo
El tiempo se llena de palabras gota a gota, igual que un lavabo tapado. El tiempo también tiene compuertas. Dos o tres que no resistieron y se marcharon. Se quedaron unos cuantos, a medir el tiempo. Unos se movían nerviosos en sus sillas, se pasaban algunas notas, otros cuchicheaban entre ellos, algunas muchachas se abanicaban con las faldas, porque no tenían delantales como sus abuelas. Algunos escuchaban absortos, se diría que iban a tener un examen, y tomaban notas. Y en el salón el aire cargado. Gota a gota resbalaban por sus frentes