Coradino Vega

Él lo estaba, pero escogió un camino más difícil: la senda propia de no demostrar ni sobresalir.

Saben que van a morir, y es como si se dieran una última alegría.

se antoja como un presente más sagrado que el de la liturgia,

un salto al vacío, abrir la vida a la improvisación,

Aun‍­que no le re‍­sul‍­ta‍­se in‍­di‍­fe‍­ren‍­te el mundo, siem‍­pre pre‍­fi‍­rió ca‍­llar a in‍­mis‍­cuir‍­se en sus com‍­ba‍­tes. Que ha‍­bla‍­ran sus obras, no él.

Aun‍­que no le re‍­sul‍­ta‍­se in‍­di‍­fe‍­ren‍­te el mundo, siem‍­pre pre‍­fi‍­rió ca‍­llar a in‍­mis‍­cuir‍­se en sus com‍­ba‍­tes. Que ha‍­bla‍­ran sus obras, no él

los crea‍­do‍­res ver‍­da‍­de‍­ra‍­men‍­te gran‍­des se ex‍­pre‍­sa‍­ban de forma muy sim‍­ple, por medio de un len‍­gua‍­je al al‍­can‍­ce de todos.

eli‍­gió su ca‍­mino ol‍­vi‍­dán‍­do‍­se de lo que dic‍­ta‍­ba la moda, la ma‍­yo‍­ría, la opi‍­nión ajena que se da por pro‍­pia.

eligió su camino olvidándose de lo que dictaba la moda, la mayoría, la opinión ajena que se da por propia. Como si el único objetivo fuera no convertirse en un fraude

lo innombrable que se lleva dentro: tiempo y silencio, amigos en lugar de conocidos,