Carolina Maria de Jesús

Alıntılar

Adriana Venturaalıntı yaptı15 gün önce
Esto, a su vez, también genera prejuicios sobre quiénes tienen capacidad y talento para la escritura. En otras palabras, no existen narradoras y narradores lo suficientemente buenos en las favelas como para llegar a la fama. El segundo problema que Evaristo halla con esta interpretación, es que separa y pone en oposición a la autora con respecto a la comunidad de la que proviene. Luego entonces, se amplifica el discurso opresor, pues se plantea que las personas de este origen no son productivas, ni valiosas, Carolina Maria de Jesus es “de las buenas” y es por eso que vale la pena leer su trabajo. Es planteada como una escritora talentosa a pesar de y no gracias a su comunidad de origen.
Cristian David Hernandez Chavesalıntı yaptı3 ay önce
…Nosotros somos pobres, vinimos a las orillas del río. Las márgenes del río son los lugares de la basura y de los marginales. La gente de la favela es considerada marginal. No se ve más a los cuervos volando sobre las orillas del río, alrededor de la basura. Los hombres desempleados reemplazaron a los cuervos. Cuando fui a recoger papel encontré a un prieto. Estaba con la ropa tan rasgada y sucia que daba pena. Con sus trajes rotos podía actuar como director del sindicato de los miserables. Su mirada era una mirada angustiada, como si mirara al mundo con desprecio. Indigno para un ser humano. Estaba comiendo unos dulces que la fábrica había tirado en el lodo. Él les limpiaba el barro y comía los dulces. No estaba embriagado, pero se desequilibraba al andar. Tambaleaba. ¡Estaba mareado de hambre!
Cristian David Hernandez Chavesalıntı yaptı3 ay önce
1° DE JULIO …Me doy cuenta de que si este diario se publica va a disgustar a mucha gente. Hay gente que cuando me ve pasar se va de la ventana o cierra las puertas. Estos gestos no me ofenden. Hasta me gustan, porque no tengo que parar para conversar […] Cuando pasé cerca de la fábrica vi varios tomates. Los iba a recoger cuando vi al gerente. No me acerqué porque a él no le gusta que recojan. Cuando descargan los camiones los tomates caen al piso y cuando salen los camiones los aplastan. Pero así es la humanidad. Prefieren que se echen a perder a dejar que sus semejantes los aprovechen. Cuando él se alejó fui a recoger unos tomates. Después fui a recoger más papel. Me encontré con Sansón. El cartero. Aún no se ha cortado pelo. Tenía los ojos rojos. Pensé: ¿será que lloró? ¡O tiene ganas de fumar o tiene hambre! Cosas tan comunes aquí en Brasil
fb2epub
Dosyalarınızı sürükleyin ve bırakın (bir kerede en fazla 5 tane)