En mi caso, hubo todavía una fase anterior a la infancia en la que no se oía el tictac de ningún reloj. Yo contemplaba la luna, notaba los rayos de sol en la piel y percibía con exactitud la lenta alternancia entre claridad y oscuridad, con pequeñas variaciones. El dormir y el despertar no eran un asunto privado, sino cosa de la naturaleza. Con el inicio de la infancia, la naturaleza terminó. Quiero averiguar qué me sucedió antes