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Fabre Luis Felipe

  • Gabriela Ardila Chaussealıntı yaptı9 ay önce
    se sabe: la vieja historia de dos personas que se quieren pero una quiere más. Nada. Una experiencia del nunca y del no, orlada de risas
  • Gabriela Ardila Chaussealıntı yaptı9 ay önce
    anécdotas divertidas. Pero a veces lo que no sucedió, lo que no tuvimos, lo que no pudimos, nos marca mucho más hondamente que aquello que se nos concede. Sé por experiencia que no hay amor más terrible que el parcialmente correspondido. Aunque sé también que rara vez se ama exactamente aquello que uno cree amar.
  • Nicté Toxquialıntı yaptı2 ay önce
    cantemos sombras de canciones.
  • Nicté Toxquialıntı yaptı2 ay önce
    «No es a un hombre al que temo sino a la diosa que lo guía».
  • Nicté Toxquialıntı yaptı2 ay önce
    en los sueños de otros somos, nosotros

    que sólo en otros sueños podemos cantar, cantamos

    que sólo es feliz quien su destino ignora.
  • Nicté Toxquialıntı yaptı2 ay önce
    Hay

    en lo destinado a la muerte

    una hora en su día, un fracaso en su hora, un destello

    en su fracaso que sobrepasa en belleza a los inmortales:
  • Nicté Toxquialıntı yaptı2 ay önce
    Es la belleza el sueño del monstruo

    y es el monstruo

    el sueño

    del héroe. Nosotros, despiertos ya

    al sueño que fuimos, nosotros,

    que ya

    no podemos cantar sino en el sueño del otro,

    cantamos que cuando el héroe

    su sueño

    alcanza, su sueño mata y despierta

    monstruo él mismo:
  • Nicté Toxquialıntı yaptı2 ay önce
    Perseo, vuelve

    sobre tus pasos, regresa

    a tu vida

    sin otro trofeo que tu vida

    y del sueño de la gloria

    desiste:
  • Nicté Toxquialıntı yaptı2 ay önce
    Pero de día deslumbraba, y dolía en los ojos y en el corazón.

    Semejante a los dioses, su belleza

    sólo era tolerable en la distancia, la tiniebla y la palabra.

    Amaba por ello la soledad del monte Ida,

    donde apacentaba los rebaños de su padre, Tros, rey de los dárdanos:

    sucedían sus días en los últimos años de la Era de Tauro,

    cuando los príncipes eran pastores y las diosas, vacas;

    y las reinas se enamoraban de los toros;

    y el más querido de los hijos equivalía a dos caballos veloces

    en la aritmética de su padre.
  • Nicté Toxquialıntı yaptı2 ay önce
    pero su corazón era sólo el de un muchacho

    que aún juega con su aro y se complace en lo simple.
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