J. Edward Hackett

Los anillos y el «arte» de la injusticia perfecta

reto que presenta Glaucón en la República.

imaginar dos personajes distintos: el individuo perfectamente justo en contraste con el individuo perfectamente injusto. Este último, nos dice Glaucón, «actuará como los artesanos expertos»

como los artesanos expertos»
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que saben qué es lo que pueden y lo que no pueden conseguir, y que si «dan un paso en falso son capaces de enmendarlo»

injusto «dominará porque parece ser justo», será recompensado con riquezas y honores y se saldrá siempre con la suya, tanto en lo privado como en lo público. En resumen, al ser injusto mientras parece justo tendrá una vida más dichosa.

Platón, termina asegurando que no se puede escapar de la injusticia porque la injusticia del alma (nuestro verdadero ser) es como una enfermedad del cuerpo. La persona injusta es infeliz y no se soporta a sí misma. Es mucho mejor ser alguien justo con la conciencia tranquila porque solo de esta manera nuestro verdadero ser, nuestras almas, encontrarán la armonía y el equilibrio.