Yarumo Libros

Alıntılar

Miguel Ángel Vidaurrealıntı yaptı2 yıl önce
En ese momento esto fue un pequeño comienzo, pero este sentimiento de nulidad, que a menudo me domina (un sentimiento que, no obstante, en otro sentido también es noble y fecundo) proviene con frecuencia de tu influencia. Yo habría necesitado un poco de ánimo, un poco de amabilidad para mantener abierto un poco mi camino , pero en vez de ello, lo obstruiste, por supuesto con buenas intenciones, de modo que yo tuviera que tomar otro camino. Pero yo no servía para ello. Por ejemplo, me alentabas cuando yo hacía el saludo militar y marchaba bien, pero yo no iba a ser un futuro soldado, o también me animabas cuando yo comía o bebía cerveza con entusiasmo o cuando tarareaba canciones incomprensibles o cuando repetía como un loro tus dichos preferidos, pero nada de eso hacía parte de mi futuro. Y
Miguel Ángel Vidaurrealıntı yaptı2 yıl önce
También esto hacía parte de tu supremacía intelectual. Te habías encumbrado tan alto por tus propios medios; por consiguiente, tenías confianza ilimitada en tu propia opinión. De niño esto nunca me había parecido tan deslumbrante, como después lo reconocería de adulto joven. Desde tu poltrona, gobernabas el mundo. Tu opinión era correcta; las demás eran dislates, extravagancias, locuras, nada normal. Además, la confianza en ti mismo era tan grande que no tenías que ser consecuente en absoluto y, no obstante, seguías teniendo la razón. También podía suceder que no tuvieras ninguna opinión acerca de algún asunto y, en consecuencia, todas las opiniones posibles sobre el tema deberían ser falsas sin excepción. Por ejemplo, podías maldecir a los checos, después a los alemanes, luego a los judíos, y no solo en ciertos aspectos, sino en todos, y finalmente no quedaba nadie fuera de ti.
Miguel Ángel Vidaurrealıntı yaptı2 yıl önce
Siempre me resultó incomprensible tu completa insensibilidad frente al dolor y la vergüenza que podías infligirme con tus palabras y juicios; era como si no tuvieras ninguna noción de tu poder. Muy seguramente yo también te ofendí a menudo con mis palabras, pero entonces siempre me daba cuenta de que me ocasionaba dolor, pero no lograba contener las palabras y lo lamentaba de inmediato cuando las pronunciaba. En cambio, tú arremetías con tus palabras sin precaución; no tenías lástima por nadie, ni en ese momento ni después. Uno estaba totalmente indefenso ante ti.
fb2epub
Dosyalarınızı sürükleyin ve bırakın (bir kerede en fazla 5 tane)