dijo: «Yo grito todo lo que quiero, para eso está mi casa, carajo». Creo que el «para eso» fue un faro: la casa como el lugar del que una se hace para poder gritar. Igual, no tengo recuerdos de haber gritado nunca acá. No en serio. No con desesperación, desborde o enojo. Pero tal vez un grito sea muchas cosas.