Hans Jonas

a pregunta de cómo podemos saber algo de lo anímico ajeno,

El tener en general un conocimiento de la interioridad, sea de la propia o de la de otros, está basado en la comunicación con todo un entorno humano, un entorno y una comunicación que deciden, o en todo caso codeterminan de manera decisiva lo que se encontrará finalmente en la propia introspección.

La interioridad rudimentaria que debe convertirse en el yo, se desarrolla en la transmisión de mensajes, en la expresión y el comportamiento de otros al verificar paso por paso cuáles son las posibilidades interiores para apropiarse así de ellas.

debemos ser capaces de comprender a los otros antes que a nosotros mismos para

llegar a comprenderse a sí mismas y que en general tengan algo en su interior que se pueda comprender. El comprender la interioridad de otros más allá y previo a lo que pueda encontrar la auto-observación en la propia interioridad es una condición previa para el desarrollo de dicha interioridad.

suposición de que la auto-observación (introspección) o auto-experiencia sea nuestra fuente única, privilegiada o primaria del conocimiento de la interioridad lleva a consecuencias grotescas

Cómo sé que una sonrisa es una sonrisa? ¿Que un rostro vuelto hacia mí significa que alguien me está mirando? ¿Que la expresión de un rostro es una expresión?

Si resulta que la comprensión originaria no es algo mediado por una conclusión o una proyección, ¿ en qué se basa entonces?

Saber lo que es el amor por medio del amor»

posibilidades que pueden convertirse o no en realidades de mi propia experiencia.