Es el Día del Libro y el librero ha instalado un puesto en la calle. Cae la tarde.
CLIENTE: ¿Tenéis abierto toda la noche?
LIBRERO (agotado): No, lo siento… Hasta las diez como mucho.
CLIENTE: No, no me ha entendido… Mire, aquí está (señalando Abierto toda la noche de David Trueba).