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John Eldredge

  • Julia Hernandezalıntı yaptı2 yıl önce
    Ciertamente es así. Tú, querido corazón, eres la corona de la creación. Tú llevas su gloriosa imagen.
  • Vidaurre Karen Priscilaalıntı yaptı6 ay önce
    explica que el Señor, el Dios de huestes de ángeles, no arrojó a todas las naciones de una vez ni «las entregó en mano de Josué» (Josué 2.23)
  • Vidaurre Karen Priscilaalıntı yaptı6 ay önce
    . No, el Señor dejó a algunas naciones para probarles a los israelitas que no había experimentado la guerra y «para que el linaje de los hijos de Israel conociese la guerra» (Jueces 3.2).
  • Vidaurre Karen Priscilaalıntı yaptı6 ay önce
    Dios nos ha dado una ferocidad que es santa y es para que la usemos en favor de otros.
  • Vidaurre Karen Priscilaalıntı yaptı6 ay önce
    pedido a Dios en oración, gracia y valor para renunciar a esas mentiras
  • Vidaurre Karen Priscilaalıntı yaptı6 ay önce
    había expuesto tal como eran en una dramática intervención. «No digas nada» necesitaba hablar. «No ofrezcas nada» necesitaba ofrecer. «No pidas nada» estaba en necesidad y merecía que pelearan por ella. Las tres estaban gozosas y se rieron juntas hasta que les dolieron las costillas al darse cuenta del audaz amor de Jesús. Las había sacado de la palabrería y las había llevado al laboratorio para mostrarles el poder destructivo de las mentiras bajo las que estaban viviendo y llamándolas a la verdad y la vida.
  • Vidaurre Karen Priscilaalıntı yaptı6 ay önce
    ofrecer tierna vulnerabilidad es algo que solo puede hacer una mujer increíblemente fuerte, una mujer enraizada en Cristo Jesús que sabe de quién es ella y por lo tanto sabe quién es ella.
  • Vidaurre Karen Priscilaalıntı yaptı6 ay önce
    el embate de su malicia cae sobre quienes llevamos la imagen de Dios.
  • Vidaurre Karen Priscilaalıntı yaptı6 ay önce
    Ahora me pongo agradecida la armadura que tú has provisto para mí. Me ciño con el cinto de la verdad; atando así todo lo vulnerable de mi feminidad. Primero, mi necesidad de que vayan tras de mí y peleen por mí. Gracias también por ir tras de mí y pelear por mí todos los días.

    También ciño a tu plan supremo mi deseo de ser irremplazable. Has puesto este deseo en mí y lo envuelvo con tu verdad, con la esperanza de que tú lo harás. Dame ojos que cada día me permitan ver bajo la luz de tu plan; vivir en la grandeza de tu historia.

    Ciño mi deseo para ofrecer vida a través de mis dones y la belleza que me has concedido. Te pido que me continúes revelando y confirmando lo que deseas hacer a través de mí y todo lo que me has dado. Creo que me has llamado por mi nombre y me has dado un amor, una belleza y un don para derramar en mi familia, mis amistades y en todo aquel que pongas en mi camino. Que este día sea una ofrenda de amor derramada ante ti en el altar de mi vida.
  • Vidaurre Karen Priscilaalıntı yaptı6 ay önce
    Su corazón tenía que estar dispuesto.
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