Zenobia Camprubí

  • Ana Saenzalıntı yaptı2 yıl önce
    No se vive de recuerdos, pero se vive para los recuerdos. Los de mi niñez, campo, mar, provincia, me consuelan enormemente. Los de mi juventud me animan. Los de mi amor me dan la felicidad que ahora tanto necesito. Esto que ha de llegar, que es nuestro fin, aterra al que se va, pero... ¿y al que se queda?
  • Ana Saenzalıntı yaptı2 yıl önce
    Lo siento, porque hubiera podido ser una amiga en esta, pero yo llevo demasiado abierta la herida de mi patria, y no puedo dejar de ser lo que soy. Una española al servicio de mi España, que no es la de Franco.
  • Ana Saenzalıntı yaptı2 yıl önce
    Ud. cuando bien pueda escribir sin llorar. No ha de ser pronto. Yo respeto demasiado un dolor de ese tamaño para no decirle consuelos torpes, pequeños y balbuceantes.
  • Ana Saenzalıntı yaptı2 yıl önce
    Se valora en Gabriela Mistral su obra escrita, pero los que hemos estado bajo el embrujo de su conversación situamos sus disertaciones, sus narraciones, sus anécdotas y sus cuentos chilenos al mismo nivel —por no decir más alto— que su obra escrita. No dialogaba, necesitaba un punto de partida de uno o de otro, y su charla se hacía luminosidad plástica. Contaba historias de su vida que embellecía con su fantasía, y uno quedaba prendido en el encanto de una narración de realidad poética.
  • Ana Saenzalıntı yaptı2 yıl önce
    La Guerra Civil la sume en un profundo dolor, quiere hacer algo por esa España en la que sufren y padecen esos inocentes niños, a los que ella amó sobre todas las cosas y cantó en canción perdurable.
  • Ana Saenzalıntı yaptı2 yıl önce
    Esta era la mujer a la que se le ha querido presentar como antiespañola. Ahí queda indeleble la palabra y la obra de la que deberíamos llamar «Gabriela la dolorida», dolorida por el dolor ajeno que la hería en anchura y profundidad.
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