El Estado, con sus funcionarios especializados, sus burocracias y sus ejércitos, surge bastante tarde en el camino del desarrollo humano —a menudo bastante más allá del umbral de la historia—. Y cuando lo hace, se mantiene siempre en agudo conflicto con las estructuras sociales coexistentes, tales como los gremios, los barrios, las sociedades populares, las cooperativas, los concejos urbanos y una amplia variedad de asambleas municipales