Ediciones Labnar

Hay sombras que, al contrario que en esta historia,

Lo recuerdas, Asesino?

Ese día se cruzaron nuestros caminos

Ojalá pudiese volver a aquel momento para decirles: «Esta noche comenzará mi final, cada día un poco más cerca de mi muerte, pero sí, vayamos a esa asquerosa fiesta».

La vi acercarse a la plaza del Virginia’s, bar y recreativos en uno, en el coche de su madre. Cuando bajó del vehículo, creí que el tiempo se detuvo para siempre. Por desgracia para mí, no fue así; por suerte para ti, tampoco. Fue una escena de esas películas moñas para adolescentes en las que la chica popular se pasea a cámara lenta de manera extremadamente pomposa. Su melena cobriza parecía arder con la luz del sol, la camiseta se ceñía a ella como un guante y la falda… Sí, era preciosa, pero también la hermana de mi amigo. Y, no, Q no sabía nada.

En realidad, me gustaría darte las gracias, porque siempre podré soñar con que Janine y yo estábamos destinados a envejecer juntos si todo hubiese sido diferente.

La muerte, al igual que la vida, forma parte de toda persona.

­cordé la travesía por el bosque.

—Sí, fallo mío. Como te he dicho, siempre me has gustado, Jay. Soñaba con una vida como la tuya, a tu lado… Incluso, durante estos días, cada vez que volvía al pueblo te buscaba, vigilaba tu casa y esperaba a que salieses de trabajar. Quería hablar contigo, contarte todo esto, pero me avergonzaba. Eres la única persona que me ha tratado como a uno más de sus amigos, Jay. Así cualquiera se enamoraría de ti. Es una mierda cómo el destino decide introducir a las personas en tu vida…

e emitir cierta pro

pues siempre que lo hacíamos se marchaba

quella ocasión en pantalla grande. Después, una cena en el burger local por todo lo alto, incluida una fantástica copa de helado en el Frenchys como postre. Y terminamos la noche tumbados sobre la hierba nueva de la colina Wislow. Emily trataba de convencernos para ir a ver TRON al día siguiente, pero Frank y

de la procesión con una botella de whis