James C.Scott

Originalmente me disponía a entender por qué el Estado siempre ha parecido el enemigo de la “gente que se desplaza de aquí para allá”

procesos tan dispares como la creación de apellidos permanentes, la estandarización de pesos y medidas, la creación de registros catastrales y de población, la invención de la propiedad absoluta, la estandarización del lenguaje y el discurso legal, el diseño de ciudades y la organización del transporte parecieron comprensibles como intentos de legibilidad y simplificación.

agricultura es una reorganización y simplificación radical de la flora para adecuarla a los objetivos humanos.

Las simplificaciones sociales así introducidas no sólo permitieron un sistema de fiscalización y conscripción más finamente sintonizado, sino también una mayor capacidad para el Estado

estos hechos básicos del moderno arte de gobernar, más bien eran una especie de mapas abreviados

Lo que pretendo a continuación es explicar de forma convincente la lógica que subyace al fracaso de los grandes sistemas utópicos de ingeniería social del siglo XX

El primer elemento es el ordenamiento administrativo de la naturaleza y la sociedad

El segundo elemento es lo que llamo ideología del alto modernismo

El tercer elemento es un Estado autoritario dispuesto y capaz de utilizar todo el peso de su poder coercitivo para hacer realidad los designios del alto modernismo

Un cuarto elemento se vincula estrechamente con el tercero: una sociedad civil postrada y carente de capacidad de resistirse a estos planes