Kate Elizabeth Russell

yo dejándolo todo, dispuesta a lo que sea, como un perro fiel, mientras él toma, toma y toma de mí.

me planteo tomarlo y ponerlo entre mis labios pero, en su lugar, lo piso para apagarlo.

me quedo callada como una ratoncita asustada.

a veces siento que eso es exactamente lo que está haciendo conmigo: romperme y volver a armarme como una persona nueva.

—Y yo estimo la distancia entre «follar» y «hacer el amor».

no entiendo por qué no ha parado cuando he empezado a llorar. Que, mientras lo hacíamos por primera vez, lo único en lo que yo pensaba era «quiero irme a casa».

Por un momento, lo odio.

lo mejor, algún día seguiré conduciendo en lugar de llevarte a casa. Te secuestraré.

cuando me pongo así, cuando me porto como una niña.

camino todos los días sintiéndome marcada para siempre por él