Alí Chumacero

  • Mauricio Coronelalıntı yaptıgeçen yıl
    Yo no soy más que un creyente en la palabra, convencido de que el juego de la emoción hace visible algo de lo invisible que todos custodiamos dentro del alma.
  • Mauricio Coronelalıntı yaptıgeçen yıl
    escribir no es arar en el mar.
  • Mauricio Coronelalıntı yaptıgeçen yıl
    poesía conforta y enriquece, en un ámbito superior, nuestras posibilidades de existencia.
  • Mauricio Coronelalıntı yaptıgeçen yıl
    Responso del peregrino
  • Mauricio Coronelalıntı yaptıgeçen yıl
    Los ojos verdes
  • Daniela Castilloalıntı yaptı2 yıl önce
    devolviendo al aire un puñado de estrellas

    [y memorias.
  • Daniela Castilloalıntı yaptı2 yıl önce
    Cerca de mí, tu aliento domeñaba

    el huracán del persistir y del decirse adiós,

    dirimía el combate entre la cólera y la espuma,

    y el fragor del aceite armonizaba con la ilusión

    [del vino

    derramados un día en el mismo mantel.
  • Daniela Castilloalıntı yaptı2 yıl önce
    “Marea

    [silenciosa,

    isla de luz, ternura adormecida en la tormenta,

    relámpago entre dos eternidades.”
  • Daniela Castilloalıntı yaptı2 yıl önce
    No podría nombrar sábanas, cirios, humo

    ni la humildad y compasión y calma

    a orillas de la tarde, no podría

    decir “sus manos”, “mi tristeza”, “nuestra tierra”

    porque todo en su nombre

    de heridas se ilumina.
  • Alma Guadalupe Marín Magañaalıntı yaptı2 yıl önce
    Poema de amorosa raíz

    Antes que el viento fuera mar volcado,
    que la noche se unciera su vestido de luto
    y que estrellas y luna fincaran sobre el cielo
    la albura de sus cuerpos.

    Antes que luz, que sombra y que montaña
    miraran levantarse las almas de sus cúspides;
    primero que algo fuera flotando bajo el aire;
    tiempo antes que el principio.

    Cuando aún no nacía la esperanza
    ni vagaban los ángeles en su firme blancura;
    cuando el agua no estaba ni en la ciencia de Dios;
    antes, antes, muy antes.

    Cuando aún no había flores en las sendas
    porque las sendas no eran ni las flores estaban;
    cuando azul no era el cielo ni rojas las hormigas,
    ya éramos tú y yo.
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