Estela Chocarro

Lo cierto es que ya no tengo claro si mis recuerdos son míos o los ha creado mi madre al hablarme de él.

Hay fuerzas que ni la vejez puede detener.

decidió inscribirse en la recién construida residencia de ancianos. Allí siempre tendría compañía, pensó. Su viejo cuerpo ya no estaba para jotas y su pobre corazón necesitaba el calor de la amistad

Fue una chica formal, tan estudiosa y responsable que la mayor de sus locuras consistió en teñirse el pelo de color zanahoria en la universidad

El amor es algo muy serio, Daniel. Nunca debes burlarte de él, ni tampoco de un gitano

A pesar de todo, le agradó la sensación de mecerse al compás de una música que apenas percibía, sobre un suelo que casi no pisaba, sin planes ni horarios que cumplir

No hay que tomar a broma la posibilidad de que haya una vida después de esta. En China creen que si en tu vida quedan cabos sueltos o cuentas pendientes, te reencarnarás de nuevo para tener ocasión de solucionarlos. Y así una y otra vez.

No hay que tomar a broma la posibilidad de que haya una vida después de esta. En China creen que si en tu vida quedan cabos sueltos o cuentas pendientes, te reencarnarás de nuevo para tener ocasión de solucionarlos. Y así una y otra vez

Por alguna razón que nadie alcanzaba a comprender, existía entre las chicas más jóvenes del pueblo una extraña tendencia a morir. Una especie de ritual, como un con­juro macabro.

siempre había dado por hecho que viviría muchos años y moriría siendo una anciana, pero de pronto su percepción de la vida había cambiado