El trabajo que implica puede dividirse, en términos generales, en dos tipos: decidir si tirar algo o no y decidir dónde ponerlo. Si puedes hacer estas dos cosas, alcanzarás la perfección. Los objetos pueden contarse. Sólo necesitas mirarlos, uno por uno, y decidir si lo conservas o no y dónde ponerlo. Eso es todo lo que necesitas para hacer esta tarea. No es difícil organizar perfecta y completamente si lo haces de un tirón. De hecho, cualquiera puede hacerlo. Y si quieres evitar el rebote, es la única manera de hacerlo.