La Neovanguardia reúne en un mismo discurso la cita culta y la información popular, no respeta jerarquías, cánones o formatos. Es heterogénea, profusamente intertextual, participa de todos los discursos llegando incluso al collage y no rehúye el humor heredado de la Antipoesía. Un humor que puede ser simplemente ingenioso, a veces corrosivo, y muchas veces irónico y hasta paródico (dependiendo del caso), pero que casi siempre está al servicio de alguna operación de desmitificación