Alberto Gómez Font

Mientras uno se adentra en el mundo del idioma, va escuchando lecciones y coleccionando saberes, y tiene los nuevos conocimientos por tan preciosos, que quisiera fijarlos para siempre

lo contrario a la norma es un asunto que fascina a los espíritus curiosos

primero surgirá el atrevimiento, luego el equívoco, y después, quizá, la norma.

esas normas no son monolíticas, y que con el devenir de las modas y de los usos pueden cambiar y hasta llegar a ser obsolescentes

en el pasado el voquible bizarro era equivalente de gallardía, elegancia o esbeltez, hoy, por influencia del bizarre inglés

inglés, lo bizarro es lo raro, lo extravagante, lo inaudito

nunca podrá saberse cuántas auténticas vocaciones literarias han perecido asfixiadas por una negativa formación purista, casticista o academicista

La norma es necesaria en el lenguaje, como lo es en toda institución social. Es más: el criterio de corrección rebasa el aspecto puramente lingüístico para convertirse en un tipo de norma social y cultural

son los hablantes los verdaderos reguladores de la lengua

Es la lingüística, en efecto, la que nos enseña que una cosa es la innovación y otra el cambio. Es la primera un simple acto puramente individual de un hablante. La innovación se convierte en cambio si es adoptada por un