Duendes: Los lectores de 10/11 años en adelante van a disfrutar aquí con una gramática de la fantasía: una trama con objeto maravilloso narrada en un torrente de lenguaje -en ciertos pasajes, de cadencia y retórica oral-; un friso de seres fantásticos en su honda humanidad; un logrado desdoblamiento de la voz del narrador y el protagonista; humor, en algunas escenas a ritmo de vodevil, para mirar el mundo físico que habitamos a la luz de la ordenación –ficcional y sin embargo rigurosa, nítida palpable -del sistema que hace funcionar el ámbito de lo onírico. En fin, todas estas cosas, y seguro que más en este libro de enorme caudal reflexivo, que satiriza y entretiene.