Pelea como una chica

«El futuro será feminista o no será. Somos el 52 por ciento de la población y, sin nosotras, la sociedad no avanza. Seguiremos luchando por la igualdad y lo haremos como siempre: juntas y sin violencia. Así es como pelean las chicas».

Le pregunto cuáles son en estos momentos las prioridades de la lucha feminista y contesta sin dudar que necesitamos urgentemente una ley contra la violencia de género eficaz, que con mil asesinadas está claro que lo que se ha hecho hasta ahora no sirve, y que hay que repensar la escuela del poder judicial,

Es entonces, en plena década de los setenta, cuando Lidia considera que empezó la verdadera reclamación feminista, cuando las mujeres se reconocieron como tales y reivindicaron su derecho a decidir sobre su capacidad reproductora, pelea que empezó a hacerse efectiva en 1978 cuando se despenalizaron los anticonceptivos.

Defender a las mujeres ha sido siempre una de sus grandes prioridades. También como abogada. Se especializó en asuntos laborales y derecho familiar. Asimismo, protegió a trabajadores y presos políticos, muchas veces de forma gratuita.

Falsificó durante años el estado civil para conseguir la matrícula gratuita en la universidad.

«Hace cuarenta años que estamos en la calle con una pancarta, ahora hay que llegar a las instituciones»

No hay duda de que estoy ante una luchadora nata. Una outsider, dice ella, que siempre fue por libre siguiendo su propio camino. Hoy es reconocida internacionalmente como una de las grandes líderes del feminismo

Le pregunto por un deseo y contesta sin dudarlo: que se haga justicia con las mujeres que lo merecieron y siguen invisibles.

Qué importan los años si se mantienen intactas las facultades y, por supuesto, las ganas. Porque, insiste, lo importante es ser feliz con lo que uno hace. Y ella lo es.

Cuanto más nos acercamos a puestos de responsabilidad, menor es la presencia femenina.