Limites cara a cara

Cuando necesite hacer a alguien consciente de un problema, el enfoque amable pero directo es el mejor.

La humildad consiste en percibirnos a nosotros mismos como realmente somos, con nuestras debilidades y fortalezas.

Solo en la medida en que alguien se hace consciente de un problema es capaz de asumir responsabilidad por él.

Si, por ejemplo, no existe en su matrimonio conexión o su esposa tiene una adicción que está causándole inse-guridad emocional, sigue siendo responsabilidad suya enfrentar adecuadamente el problema. Busque apoyo para su necesidad de estabilidad, seguridad y salud emocional. No se convierta en víctima.

Comunicar deseos, no exigencias.

Muchas personas no obtienen lo que desean en su relación, aunque sí podrían obtenerlo si supieran comunicar sus deseos.

En las buenas conversaciones sobre límites uno perdona a la otra persona por el pasado, se reconcilia en el presente y luego discute cuáles serán los límites de su confianza en el futuro. El punto clave es este: diferenciar claramente el futuro del pasado.

En otras palabras, no confronte a alguien si antes le debe disculpas

«¿Por qué te fijas en la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no le das importancia a la viga que está en el tuyo?¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Déjame sacarte la astilla del ojo”. ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás con claridad para sacar la astilla del ojo de tu hermano» (Mateo 7:3-5).

En las buenas conversaciones sobre límites, la verdad necesita de la gracia para que la persona reciba la información sin contratiempos y pueda digerirla.