La reina Cristina de Suecia

a otras dos mujeres.

criptas vaticanas, privilegio que la Iglesia, a lo largo de los siglos, ha concedido únicamente a otras dos mujeres

Su ataúd fue bajado a una tumba de las criptas vaticanas, privilegio que la Iglesia, a lo largo de los siglos, ha concedido únicamente a otras dos mujeres.

rostro cubierto con una máscara de plata dorada, como se hacía con los monarcas aqueos

En esa ocasión, la reina fue vestida de satén blanco y su rostro cubierto con una máscara de plata dorada, como se hacía con los monarcas aqueos

impuso que los restos mortales de Cristina fueran expuestos durante cuatro días al menos para la veneración pública

Pasado poco más de un mes, murió también el más apasionado compañero de la reina. Aquel hombre tan profundamente unido a ella no pudo soportar su abandono

sintió una extraña afección, que su médico atribuyó a una infección intestinal, que se agravó, complicándose ulteriormente

La fiebre se elevó de nuevo y ella se precipitó en un estado de agonía. Al día siguiente, 19 de abril de 1689, Cristina murió

sintió una extraña afección, que su médico atribuyó a una infección intestinal, que se agravó, complicándose ulteriormente.