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Friedrich Nietzsche

Aurora

  • Viridiana Caballero Garcíaalıntı yaptıgeçen yıl
    Nos hacemos más viejos y con ello más solitarios; nos abandona precisamente aquel cariño que nos quería como una necesidad inconsciente, no por razón de nuestras cualidades determinadas, sino, a menudo, a pesar de ellas. Nuestro pasado se condensa cuando muere la madre; sólo entonces se convierte nuestra niñez y nuestra juventud totalmente en recuerdo
  • Viridiana Caballero Garcíaalıntı yaptıgeçen yıl
    Ser engañado.—Desde el momento que queréis hacer algo, es preciso que cierres las puertas a la duda —decía un hombre de acción. ¿Y no temes de este modo ser engañado?, replicaba un hombre contemplativo.
  • Viridiana Caballero Garcíaalıntı yaptıgeçen yıl
    ¡Tenemos el derecho a experimentar con nosotros mismos! ¡La humanidad entera tiene tal derecho!
  • Viridiana Caballero Garcíaalıntı yaptıgeçen yıl
    Vivimos, pues, una existencia precursora o declinante, según nuestro gusto y nuestras capacidades. Por ello lo mejor que podemos hacer en este interregnum19 es ser, en la medida de lo posible, nuestros propios reges20, y fundar pequeños estados experimentales. Somos experimentos, ¡queramos también serlo!
  • Viridiana Caballero Garcíaalıntı yaptıgeçen yıl
    Es preciso poder sumergir la cabeza en él una y otra vez, y luego no encontrar a nuestro alrededor nada familiar.
  • Viridiana Caballero Garcíaalıntı yaptıgeçen yıl
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    La primera naturaleza.—Tal como se nos educa hoy en día, adquirimos una segunda naturaleza, y la poseemos cuando el mundo nos considera maduros, mayores de edad, utilizables. Sólo algunos pocos son lo bastante serpientes para librarse de esa piel un día; precisamente cuando, debajo de ella, la primera naturaleza ha llegado a la madurez. En la mayoría de los hombres el germen de la primera naturaleza se marchita21.
  • Viridiana Caballero Garcíaalıntı yaptıgeçen yıl
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    Sobre la educación.—Poco a poco he ido viendo claro cuál es el defecto más general de nuestra forma de enseñar y de educar: nadie aprende, nadie aspira, nadie enseña a soportar la soledad.
  • Viridiana Caballero Garcíaalıntı yaptıgeçen yıl
    Una tolerancia más.—«Estar un minuto de más al fuego y quemarse un poco —¡esto es algo que no daña ni a los hombres y a las castañas! Esa pequeña amargura y dureza permite justamente apreciar lo dulce y tierno que es el corazón.» ¡Sí!, así es como juzgáis, vosotros los hedonistas, vosotros, sublimes antropófagos.
  • Viridiana Caballero Garcíaalıntı yaptıgeçen yıl
    desprecio del mundo,
  • Viridiana Caballero Garcíaalıntı yaptıgeçen yıl
    Conocer las circunstancias personales.—Podemos valorar nuestras fuerzas, pero no nuestra fuerza. No sólo las circunstancias son las que nos la muestran y nos la ocultan sucesivamente, —¡no, también esas circunstancias la aumentan o la disminuyen! Uno se debe considerar como una magnitud variable, cuya capacidad de rendimiento puede llegar a alcanzar su grado más elevado en circunstancias favorables. Se debe, pues, reflexionar sobre las circunstancias sin escatimar esfuerzo alguno en su observación.
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