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Mercedes Cebrián

Muchacha de Castilla

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  • R Güemesalıntı yaptı7 ay önce
    ¿No era Cristo el que nos animaba a resucitar? Pues yo,

    que tengo el privilegio de seguir sus recomendaciones,
  • R Güemesalıntı yaptı7 ay önce
    El agua desaparece de nuestra realidad
  • R Güemesalıntı yaptı7 ay önce
    con una rapidez que habría de preocuparnos.

    Si se agota algún día, ¿recordar que existió

    nos quitará la sed?
  • R Güemesalıntı yaptı7 ay önce
    . Conciliaban el sueño

    mirando al Pato Donald; era lorazepam el pato sin saberlo
  • R Güemesalıntı yaptı7 ay önce
    Algún resto quedaba de cuando nos hicimos

    con el oro de América.

    El tributo no es un invento nuestro: fue cosa

    de los griegos
  • R Güemesalıntı yaptı7 ay önce
    Lo que ha pasado

    son cuarenta y dos años. Por tu postura

    me huelo que los llevas

    cargados a la espalda
  • R Güemesalıntı yaptı7 ay önce
    Osteoporosis de suelo causada por los hombres
  • Ana Saenzalıntı yaptı8 ay önce
    Gran bola de mozzarella: es justamente eso

    lo que pediría en mi última cena minutos antes

    de ser ejecutada. Miren con atención

    mi bola blanca, un líquido lechoso se desprende

    al abrirla. Es suero, es cuajo, es creación humana

    a base del alimento primigenio.

    Gran bola de mozzarella, que el vínculo

    que nos mantiene unidas me proteja por siempre

    de las calamidades que me esperan

    detrás de cada esquina de mi muerte.

    Lo que no logró hacer la medallita

    de la Virgen del Carmen lo haces tú, gran bola blanca

    de placer que resumes Italia en este único día

    de mi resurrección.
  • Ana Saenzalıntı yaptı8 ay önce
    Yo quiero un novio soldadito como ese de allí lejos,

    que tiene dieciocho y ya maneja un arma.

    ¿Quién es más hombre: él o un clarinetista?

    Todo es cuestión de técnica: me dicen que apretar un gatillo

    es muy complejo, que al disparar el arma retrocede

    y tú con ella.
  • Ana Saenzalıntı yaptı8 ay önce
    Acabo de poner los pies en el presente y ya no encuentro el modo

    de caminar erguida. Es tan árido el suelo de ahora mismo

    que en él, más que secarse, la ropa se acartona.

    El agua desaparece de nuestra realidad

    con una rapidez que habría de preocuparnos.

    Si se agota algún día, ¿recordar que existió

    nos quitará la sed?
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