esa observación de Lorenzo de Zavala, hecha un siglo antes: “Es muy singular que el clero mexicano en lo general haya abrazado los intereses del pueblo como suyos propios.”[11]
Él me enseñó un dicho popular antiguo: “México es hijo de cura”, comentando que el nacionalismo de los católicos era un conjunto de sentimientos, actitudes, creencias con profundas raíces históricas: el bautizo, la virgen de Guadalupe, el mestizaje, el indigenismo, México como baluarte protector de América Latina, México elegido por la Guadalupana una primera vez, por Cristo Rey una segunda vez. Recordaba el batallón de San Patricio, esos irlandeses que