Tu mano continuaría perdida y tú no tendrías que irte, Aitana; podríamos seguir aplazando la despedida. Aguardábamos las dos (sobre todo yo, Aitana, sobre todo
Marcia Ramosalıntı yaptı4 ay önce
Alone había tenido la amabilidad de mandarle la crónica de Latcham, y María Carolina Geel leyó en voz alta las palabras de ese otro crítico: «La autora tiene una clara inteligencia para captar matices del alma femenina y una técnica moderna, de planos audaces, ajena a procedimientos atrasados».
Marcia Ramosalıntı yaptı4 ay önce
La escritora no quería casarse con él, pero decidió casar a Georgina.
Pobre animal.
Pobre yo
Marcia Ramosalıntı yaptı4 ay önce
reflexionando: hámster era uno de esos sustantivos machos, como animal, como odio, como disparo. Como hombre
Marcia Ramosalıntı yaptı4 ay önce
reflexionando: hámster era uno de esos sustantivos machos, como animal, como odio, como disparo. Como hombre
Marcia Ramosalıntı yaptı4 ay önce
Se escuchó el eco de otro no cansado o acaso distraído: la portadora del agujero suplementario se estaba encrespando las pestañas con una mano mientras con la otra intentaba estirar el enrollado cable del teléfono.
Marcia Ramosalıntı yaptı4 ay önce
No se iba a dejar coser el agujero que ellos le habían hecho.
Se lo habían dejado ahí, ese ojal de piel auscultando lo profundo, ese
Marcia Ramosalıntı yaptı4 ay önce
Que le insertaron una mandíbula, dientes de acero, y que siguiendo el diseño de alguna lumbrera artificial la abrieron de arriba abajo respetando solo el pequeño botón del deseo: para ese pedazo
Marcia Ramosalıntı yaptı4 ay önce
Carlota no: su cuerpo es demasiado grande, los huesos de la cadera se le quedan atrapados entre los barrotes y la cabeza amoratándose hasta que desiste.
Patea el suelo, lo patea y escupe
Berenice Torresalıntı yaptı4 ay önce
María Carolina analizaba todo rigurosamente, era imaginativa y tendenciosa porque era nacida bajo el signo de Virgo. («Culta, refinada, triste, vanidosa, fría y ególatra» fue la descripción que el sicólogo criminalista había hecho de ella.