Pero nadie contó lo esencial. Que Paulo había ido a avisar al médico justo diez minutos antes de que al abuelo le diera el infarto.
Melany Gómezalıntı yaptı2 yıl önce
Pasamos el resto de la mañana en la barca, un cascajo que hacía agua por todas partes y que debía llevar tres tripulantes como mínimo: uno para remar y los otros dos para ir achicando el agua, porque uno solo no daba abasto.