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Johann Wolfgang von Goethe

El juego de las nubes

  • Sara Gabrielalıntı yaptıgeçen yıl
    Vivimos en ella, porque somos habitantes de la orilla del mar, y vamos subiendo poco a poco hasta las montañas más altas, donde es difícil vivir; solo con la mente seguimos ascendiendo; como actuantes que somos nos hemos atrevido a contemplar la luna, los planetas satélites y sus lunas, y hasta los astros inmóviles unos frente a otros; y el hombre, que relaciona consigo mismo todo lo que sea necesario, no deja de halagarse con la ilusión de que en realidad el universo, del cual, como es natural, forma parte, ejerce también una influencia especialmente notable sobre él.
  • Sara Gabrielalıntı yaptıgeçen yıl
    Antes de salir el sol una magnífica arborescencia nebulosa estirándose hacia el cenit, borreguitos diseminados hacia arriba y hacia un lado en forma de troncos y ramas, en forma de copos y en franjas sobre el resto del cielo. Aire suave, hermoso día de sol.
  • Sara Gabrielalıntı yaptıgeçen yıl
    ¡entonces todos nosotros somos con certeza

    felices, alegres hijos tuyos, oh, naturaleza!
  • Sara Gabrielalıntı yaptıgeçen yıl
    Esta pasión frustrada inspiró su primera novela, Los sufrimientos del joven Werther, obra que causó furor en toda Europa y que constituyó la novela paradigmática del nuevo movimiento que estaba naciendo en Alemania, el Romanticismo.
  • Jonathan Bañuelosalıntı yaptı3 yıl önce
    una cosa va siempre imbuida, acompañada, revestida, recubierta de otra.
  • Jonathan Bañuelosalıntı yaptı3 yıl önce
    Todo ello surte sus efectos y los padece, y cuando tantos elementos trabajan mezclados, al final ¿de dónde procede el conocimiento de causa, la decisión respecto de qué es lo que manda, qué es lo que obedece, qué está destinado a ir delante y qué es lo que está obligado a ir detrás? Esto es lo que conlleva la gran dificultad de toda afirmación teórica, y aquí precisamente radica el peligro de confundir causa y efecto, enfermedad y síntoma, hecho y apariencia.
  • Jonathan Bañuelosalıntı yaptı3 yıl önce
    el hombre, que relaciona consigo mismo todo lo que sea necesario, no deja de halagarse con la ilusión de que en realidad el universo, del cual, como es natural, forma parte, ejerce también una influencia especialmente notable sobre él.
  • Jonathan Bañuelosalıntı yaptı3 yıl önce
    no podemos, por tanto, renunciar al deseo de comprenderlo a pesar de todo.
  • Josué Osbournealıntı yaptı4 yıl önce
    Todo ello surte sus efectos y los padece, y cuando tantos elementos trabajan mezclados, al final ¿de dónde procede el conocimiento de causa, la decisión respecto de qué es lo que manda, qué es lo que obedece, qué está destinado a ir delante y qué es lo que está obligado a ir detrás?
  • Josué Osbournealıntı yaptı4 yıl önce
    Lo verdadero, lo idéntico a los dioses, no se puede reconocer jamás directamente, solo lo vemos en su reflejo, en su modelo, en su símbolo, en manifestaciones aisladas y relacionadas con ello; nos percatamos de su existencia como de la de una vida que nos resulta incomprensible y no podemos, por tanto, renunciar al deseo de comprenderlo a pesar de todo.
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