Rodinia II – La revelación de Keid

—Ajá —respondió Asimov con un gesto de falsa aprobación—. De manera que usted es de los que cree que el magnetismo, la luna o las estrellas no afectan al planeta, o el comportamiento del ser humano.

sé que la vida funciona de diferentes maneras y todas son correctas. Tal vez ni siquiera me alcance la vida para entenderlo por completo. Pero todo lo que ha pasado me ha hecho entender que no se trata de saberlo todo. Se trata de vivir.

—¿Y cómo podemos usar eso en contra de nuestro enemigo? —preguntó Balcázar.

—Abra los ojos, capitán… el único enemigo del ser humano es el ser humano.

solo las especies que trabajan en beneficio colectivo logran plenitud de evolución.

—¡Pero nuestro lugar es en la superficie!

—Su lugar es donde se adapten. Nada les pertenece.