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Karl Rahner

Acudir a Dios en la angustia

  • Elkin Andrésalıntı yaptı2 yıl önce
    minoría de la parte querellante es de otra opinión. Quiere permitir la oración de petición. Pero solo se ha de pedir por los bienes superiores del alma: no ya por el pan de cada día, no ya por la salud del cuerpo y una larga vida, no contra el rayo y la tormenta
  • Josué Osbournealıntı yaptı2 yıl önce
    La amarga y, en última instancia, frustrante experiencia que muchos hacen, sigue siendo esta:

    Sí, hemos rezado. Hemos rezado. Hemos suplicado, hemos lanzado hacia el cielo palabras ardientes, de conjura. De nada sirvió. Simplemente hemos llorado como niños que saben que, al final, el guardia lleva a los extraviados de regreso a casa. Pero nadie vino a enjugarnos las lágrimas de los ojos ni a consolarnos, a nosotros. Hemos rezado. Pero no fuimos escuchados. Hemos llamado. Pero no llegó respuesta alguna. Hemos gritado, pero todo permaneció tan mudo que, al final, nos habríamos sentido ridículos con nuestro griterío si no hubiese estallado justamente a fuerza de angustia y desesperación
  • Josué Osbournealıntı yaptı2 yıl önce
    Mientras las manos permanezcan juntas en oración, aunque sea en la ruina más espantosa, nos rodearán también la benevolencia y la vida de Dios —invisibles y misteriosas, pero verdaderas—, y toda precipitación en el espanto y en la muerte será solo un caer en los abismos del amor eterno
  • Josué Osbournealıntı yaptı2 yıl önce
    Quién entiende esta apología de la oración de petición? Solamente el que ora. Si quieres entenderla, ora, pide, llora. Pide aquello que el cuerpo necesita de tal modo que tu petición del don terreno te transforme cada vez más en un hombre celestial. Pide de tal modo que, bajo la petición del don de lo alto, te hagas cada vez más a ti mismo ofrenda hacia lo alto. Pide de tal modo que tu continua oración de petición se presente como prueba de tu fe en la luz de Dios en medio de las tinieblas del mundo, de tu esperanza en la vida en medio de este morir constante, de tu fidelidad al amor que ama sin recompensa.
  • Josué Osbournealıntı yaptı2 yıl önce
    Nuestra voluntad tiene que querer a Dios, querer su amor, su gloria, en esa voluntad tiene que haberse quemado todo lo egoísta: solo entonces somos perfectamente hijos de Dios, solo entonces nuestra oración de petición es divino-humana, solo entonces podemos decir, junto con el Hijo: sé que tú me escuchas siempre.
  • Josué Osbournealıntı yaptı2 yıl önce
    Solo queremos tener tanta luz y tanta fuerza como para continuar orando, para que el corazón no desespere y la boca no comience a maldecir, continuar orando hasta que… sí, hasta que Dios hable y la suya sea la palabra de la misericordia y del consuelo eterno
  • Josué Osbournealıntı yaptı2 yıl önce
    el hombre en realidad se queda definitivamente solo en la tierra y se prohíbe a sí mismo la esperanza en la ayuda del cielo en este mundo; según la segunda, el hombre abandona desde un principio y sin lucha la tierra y escapa al cielo
  • Josué Osbournealıntı yaptı2 yıl önce
    las oraciones solo son escuchadas en la interioridad del corazón, no en la dura realidad palmaria de este mundo, que sigue su inexorable curso en la naturaleza y la historia, pasando con indiferente objetividad también por encima de corazones sangrantes
  • Esther Del Angelalıntı yaptı3 yıl önce
    «Si Jesucristo es la respuesta a nuestra pregunta, entonces su oración de petición es nuestra enseñanza»
  • Esther Del Angelalıntı yaptı3 yıl önce
    ser niño sereno, modesto, callado, confiado en medio de la precipitación al vacío extremo del hombre entero hasta la muerte, más aún, hasta la muerte en la cruz; conjugar en el propio ser y, así, introducir en su oración de petición ambas cosas en una: el miedo y la confianza, la voluntad de vivir y la disposición a morir, la certeza de la escucha y la renuncia total a ser escuchado según el propio plan: ese es el misterio de la vida cristiana y de la oración de petición cristiana.
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