Oh, ella había vivido una historia mucho mayor que la suya. ¿Cómo limitarse a su propia historia si allí estaba la torre de la fábrica?
Mónica Díaz Garcíaalıntı yaptı6 ay önce
Cuando salía se asombraba con el avance del progreso en S. Geraldo, se asustaba con el tráfico como una gallina escapada del corral. Las calles ya no olían a establo sino a arma de fuego disparada: acero y pólvora.
Mónica Díaz Garcíaalıntı yaptı6 ay önce
Iba mirando los edificios bajo la lluvia, de nuevo impersonal y omnisciente, ciego en la ciudad ciega; pero un animal conoce su bosque y, aunque se pierda, perderse también es un camino.
Mónica Díaz Garcíaalıntı yaptı6 ay önce
pero un animal conoce su bosque y, aunque se pierda, perderse también es un camino.
Pepe Luis Perezalıntı yaptı6 ay önce
Los habitantes habían desertado de él o habían desertado sus espíritus. Pero también estaban entregados a la libertad y a la soledad.
Pepe Luis Perezalıntı yaptı6 ay önce
Se había levantado el sitio de S. Geraldo.
Pepe Luis Perezalıntı yaptı6 ay önce
En su gran rostro de caballo la lágrima se deslizaba. Y el bibelot construido por sus ojos…
Pepe Luis Perezalıntı yaptı6 ay önce
Solo eso se podía decir, por otra parte; solo eso se podía ver, y ella lo veía.
Pepe Luis Perezalıntı yaptı6 ay önce
Y el caballo era la belleza del hombre. Así eran las cosas. Su paz había sido la belleza de un caballo. ¿Sería esta la historia de una vida vacía?
Pepe Luis Perezalıntı yaptı6 ay önce
Esa verdad hecha de poder mirar. Nunca había pensado en realidad; pensar sería solo inventar.