Se quitaba la mochila y la colgaba en el perchero, para luego caminar hasta su habitación sin encontrarse a nadie.
Sandylu Urcelay Cedilloalıntı yaptı3 yıl önce
No hay nada más cercano al ciel
Sandylu Urcelay Cedilloalıntı yaptı3 yıl önce
No hay nada más cercano al cielo que los besos veinteañeros.
Sandylu Urcelay Cedilloalıntı yaptı3 yıl önce
—¿Qué puedo hacer por ti, que no haya hecho otro hombre, antes
Walter Edwin Anyaypoma Oconalıntı yaptı4 yıl önce
Su masculinidad derrotada con el asolo del nerviosismo.
Walter Edwin Anyaypoma Oconalıntı yaptı4 yıl önce
Ese avinagrado aroma de los hombres que no saben detenerse ante la bebida y que les da un aspecto decadente y maligno.
Walter Edwin Anyaypoma Oconalıntı yaptı4 yıl önce
los cuarentones eran lo suyo. Esos vejetes que la desnudaban con paciencia y que eran diestros en saber cómo acariciarla. Que la besaban y tocaban con la precisión de un pianista tocando las teclas del deseo.
Walter Edwin Anyaypoma Oconalıntı yaptı4 yıl önce
Él… Nunca pudo concentrarse.
Walter Edwin Anyaypoma Oconalıntı yaptı4 yıl önce
raspasando una delgada línea fronteriza, que parecía no tener retorno y cuyos límites desconocidos intuía en secreto.
Walter Edwin Anyaypoma Oconalıntı yaptı4 yıl önce
ero la violencia explosiva de ese instante placentero, lo hicieron inevitable.