Había llegado el momento… el deber lo llamaba… Sir Fergus Melrose había dado su palabra y respetaría el compromiso, pero antes debía conquistar a su prometida… No sería tarea fácil. Lady Nicola Coldyngham ya no era la jovencita inocente que había seguido con admiración cada uno de sus movimientos. Fergus había rechazado su amor de niña y ella ya no estaba dispuesta a entregar su corazón tan fácilmente.