Aquel crimen no podría resolverlo sola…
Joan Bateman sentía que la vida que había conocido había llegado a su fin. Llevaba años manteniendo una doble identidad: para la gente de Indigo era una vecina más, pero para los lectores de novelas de misterio era la gran autora Jules Burrell. Pero en cuanto el secreto salió a la luz, la prensa, sus admiradores y Anthony Verdun, su agente de Nueva York, se presentaron en el tranquilo pueblo de Indigo.
Anthony tenía intención de utilizar la publicidad para promocionar el último libro de Joan, pero cuando descubrieron que el argumento era cada vez más cercano a la realidad y que el asesino tenía a Joan en su punto de mira, la relación entre la autora y su agente se hizo mucho más personal…