: 1. Observar la forma en la que su hijo le expresa amor; 2. Observar cómo le expresa amor a los otros; 3. Escuchar lo que su hijo solicita con más frecuencia; 4. Tener en cuenta de qué se queja su hijo con más frecuencia; 5. Proponer situaciones que representen lenguajes de amor distintos y darle a escoger uno; por ejemplo: “¿Qué quisieras de cumpleaños?: (a) un regalo costoso, (b) unas vacaciones en familia”.
Michelle Guerraalıntı yaptı4 ay önce
“la persona herida renuncia a la venganza y quiere, a pesar de todo, lo mejor para el otro” (2004).
Michelle Guerraalıntı yaptı4 ay önce
Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor. Si tienes el amor arraigado en ti, ninguna otra cosa sino amor serán tus frutos”.
Michelle Guerraalıntı yaptı4 ay önce
Escuchar con atención. Ser ejemplo de sinceridad para los hijos.
Michelle Guerraalıntı yaptı4 ay önce
órdenes simples y claras de acuerdo con la edad de cada hijo. Dar las órdenes con cariño. No desautorizarse ni contradecirse. No pasar por alto la desobediencia. Corregir siempre con amor. Motivar a los hijos a que cumplan con generosidad, no por el simple hecho de obedecer. Ayudar a los hijos a identificar las figuras de autoridad: padres, docentes, cuidadores, etc.
Michelle Guerraalıntı yaptı5 ay önce
Desde ese momento empieza la educación de la obediencia por medio de esos “noes” con amor y autoridad. Ante un “no”, el niño debe aprender a obedecer con confianza en que el adulto que le está diciendo “no” lo ama y quiere lo mejor para él.
Michelle Guerraalıntı yaptı5 ay önce
La respuesta de obediencia es fruto de la confianza que tiene el niño en su cuidador.
Michelle Guerraalıntı yaptı5 ay önce
El propósito de los padres no debe ser otro que educar para la felicidad, con el objetivo de que los hijos lleguen a ser su mejor versión.
Michelle Guerraalıntı yaptı5 ay önce
Todos los padres deben saber que su hijo es único e irrepetible. Cada niño es distinto, así como lo es cada hijo, por tanto, los procesos no deben ser a la manera de una receta mágica que sirve del mismo modo para todos los hijos: se deben adaptar a cada uno, de manera personal.