En los primeros días de la Tierra, Dios le dio a Adán una esposa. Su nombre era Lilith y como no se plegó a los deseos de Adán, la expulsaron del edén. Se apareó con el demonio Sammael, y tuvo muchos niños demonios, cuya descendencia fueron los primeros brujos. Esto enfadó al cielo, y envió a tres ángeles vengadores, Sanvi, Sansanvi y Semangelaf, a castigar a Lilith. Los ángeles la esterilizaron y la desterraron al reino de Edom, un páramo de criaturas nocturnas y búhos, donde sigue en la actualidad. Pero a veces extiende una mano para ayudar a los brujos que le son fieles.