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Kitaplar
Giovanna Giordano

Un vuelo mágico

  • Dianela Villicaña Denaalıntı yaptıgeçen yıl
    Como no tengo con quién jugar, hoy he jugado con el viento. El mar es como el cielo con la diferencia que en el mar hay agua y en el cielo hay estrellas. Mi dulce papá ¿volveremos a nacer en una estrella lejana?
  • Dianela Villicaña Denaalıntı yaptıgeçen yıl
    A la débil luz de los primeros rayos del alba estaban conmigo Noir, Yussuf, Bititeié, Anna Boginz, Giocando y Papamundo, que se espulgaba a la espera de la primera distracción de los guardias para marcharse volando
  • Dianela Villicaña Denaalıntı yaptıgeçen yıl
    ¿Por qué los niños son tan felices? –preguntó ella.
    –Porque duermen y son amados –contestó Beba
  • Dianela Villicaña Denaalıntı yaptıgeçen yıl
    En Gondar vivían un ratón y su hijo ratoncito. Un día los sobrevoló un murciélago y entonces, fascinado, el ratoncito exclamó: «¡Papá, papá, un ángel!»
  • Dianela Villicaña Denaalıntı yaptıgeçen yıl
    ¿Morirá con ruido o en silencio? –preguntó Beba.
    –Normalmente el hombre muere en silencio –dijo Meleku
  • Dianela Villicaña Denaalıntı yaptıgeçen yıl
    Mi querido papá:
    Aquí las bombas caen del cielo como hormigas y como las hormigas llegan los dolores y la añoranza. Entre los escombros pienso en ti y cuento las estrellas. Las únicas perfectas son ellas, colocadas donde es debido por Dios, que de números, sabe un rato. Qué grande es la naturaleza y qué obra divina, qué grande es la vida. En la vida se pueden hacer muchas cosas, tantas que ni se pueden imaginar. Yo te imagino papá, no suspires
  • Dianela Villicaña Denaalıntı yaptıgeçen yıl
    Las estrellas también tocan instrumentos –dice.
    Las estrellas son de color rosa en el azul cobalto del aire agitado. Y yo, bajo estas estrellas, juro que, mientras en los valles haya sombras, la luna esté en el cielo y los ríos vayan a parar al mar, volveré a volar. A volar libre y feliz. Loco de vida
  • Dianela Villicaña Denaalıntı yaptıgeçen yıl
    Espero que el viento te lleve mis pensamientos que vuelan más allá de la inmensidad de los océanos, más allá de las fronteras. No sé si volverás, pero estés donde estés te abrazo
  • Dianela Villicaña Denaalıntı yaptıgeçen yıl
    Encontré a Beba debajo del sauce de Babilonia, donde ya no cantaba ni un solo pájaro, y me sonrió.
    –Eres un hombre imaginativo, Giulio, y tu imaginación alimenta tu valor. Vámonos lejos, muy lejos en el espacio
  • Dianela Villicaña Denaalıntı yaptıgeçen yıl
    Aprende a ser un perdedor», me repetía mientras viajaba atado en los camiones militares hacia los campos de concentración de Kenia. Iba apiñado junto a muchos otros y me agarraba a la parte de arriba, como un papagayo a su percha, tratando de ver más allá que los demás
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