Hay poderes elevados dispuestos a ayudarnos si se lo pedimos. Debemos mantenernos dispuestos a pedir, con la mente lo bastante abierta como para dejarnos dirigir y dispuestos a creer, a pesar de nuestros ataques de desesperanza. La creatividad es un acto de fe y debemos ser fieles a esa fe, estar dispuestos a
compartirla para ayudar a otros, y también a recibir ayuda.