nuestro siglo todo reposa sobre la balanza y los contratos, y todos los hombres se esfuerzan en buscar únicamente su derecho: «una medida de trigo por un dinero y tres medidas de cebada por un dinero» ... Y, con todo esto, quieren conservar un espíritu libre, un corazón puro, un cuerpo sano y los demás dones de Dios... Pero fundándose sólo en el derecho nunca los conservarán