Humanidades en acción

¿qué nos hace dignos de nosotros mismos y del mundo que compartimos con el resto de seres humanos y no humanos?

humanidades no hay democracia, dicen. Olvidan la historia del siglo XX, cuando las sociedades aparentemente más cultas de la historia cometieron los crímenes más atroces y construyeron las pesadillas políticas más terroríficas. Sin humanidades no hay tolerancia. Olvidan que el humanismo fue el núcleo ideológico de la colonización y de su proyecto imperial, racista y patriarcal. Sin humanidades no hay libertad. Olvidan que la cultura no ha sido sólo un recurso de la resistencia, sino que también ha sido —y, de hecho, de forma mucho más frecuente— una herramienta de dominio y de construcción de marcos de dominación, tanto nacionales como de clase.

Se vuelve a un lugar, pero también se vuelve a una condición o estatus social, o incluso a un estado de ánimo.

la expresión yeluo-guigen (叶落归根), «cuando las hojas caen, vuelven a sus raíces»)

podemos y debemos empezar a escribir nuestras historias

Es quizás desde el arte desde donde no hay miedo a cuestionar la Historia.

Este texto puede leerse como un mapa, un tránsito, mi trayectoria por muchos territorios

presentar una visión más inestable,

Seguramente escribiría aunque no tuviese ninguna consecuencia. Pero sí que tiene: puede crear o transformar imaginarios, desnudar formas de poder, dar una voz pública a personas

Que la promesa moderna de la alfabetización universal no fuese sólo un mecanismo para convertir a las personas en piezas funcionales en el engranaje de la sociedad, sino una manera de hacerlas más sensibles a su lengua y a las lenguas,