Al principio se manifestó en las cosas, en los objetos. Dejaron de ser como siempre habían sido. Lo que era sólido se volvía resbaladizo, lo que era brillante se volvía peludo. A veces mirábamos alrededor y los objetos no estaban donde los habíamos dejado. Al principio nos lo tomábamos un poco a risa, nadie terminaba de creérselo. Pero pronto escapó a nuestro control. No lográbamos que las cosas hicieran lo que queríamos, algo les ocurría, no hacían más que romperse