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Enriqueta Ochoa

Poesía reunida

  • Yeni Rueda Lópezalıntı yaptı2 yıl önce
    Qué horrible es llegar tarde!,
    a todo sitio, tarde.
    No sé si estoy despierta,
  • Rafael Ramosalıntı yaptıdün
    Gracias a Dios, mi hermano triunfó, se casó, tuvo siete hijos, pero su carácter, a pesar de ponerse por propio deseo en manos de buenos especialistas, se agriaba cada vez más, hasta que terminó viviendo solo, luego de haber dado estudios profesionales a sus hijos.
    Con frecuencia, él me preguntaba cómo le había hecho yo para lograr salirme con mi sueño de ser poeta, y yo le explicaba que le robaba muchas horas al sueño y que siempre me propuse esperar. Sergio habría sido un gran médico, amaba sus enormes libros de medicina que leía en toda oportunidad. Sus gustos por la música, la pintura, la historia, la novela; su ropa y la de mi cuñada, eran exquisitos. Sin embargo, fue cayendo poco a poco en el abandono; se acabó el tiempo en que se hacían los relojes con fornituras y aparecieron los relojes de pilas. Al poco tiempo mi hermano murió, a veces pienso que de una profunda tristeza.
  • Rafael Ramosalıntı yaptıdün
    Mi hermano Sergio fue un niño hermoso y muy amado por mis padres. Fue el mayor de los hermanos; su inteligencia era sorprendente, pero somos precisamente los padres los que más destruimos lo que amamos. Era una criatura de seis años cuando mi padre lo llevó, después de su trabajo, a ver la película Frankenstein. De regreso a casa, el niño vio su imagen reflejada en unos cristales grandísimos que se encontraban recargados en el comedor; seguramente pensó: “Aquí está Frankenstein”, porque cayó sin sentido, golpeándose fuertemente la cabeza. Desde entonces, a pesar de las visitas médicas, el niño se aterrorizaba fácilmente y siempre estaba triste. Así llegó a la adolescencia, en la que menudeaban unos ataques que, pienso, tenían que ver con la epilepsia. Nosotros vivíamos en un pueblo pequeño con médicos generales a quienes jamás se les ocurrió sugerir a mis padres que lo llevaran con un neurólogo a Monterrey; su estado general se volvía más delicado ya que pasaba de sus mejores ideales a la mano firme de mi padre.
  • Rafael Ramosalıntı yaptıdün
    Era una de esas tardes en que los huertos son todo aroma; tardes en que nos envolvía un vapor húmedo y ese gran olor penetrante de la tierra que avasallaba los sentidos. El abuelo, el que, caída la noche, abría una tienda de campaña para, desde ahí, contemplar los astros, localizando constelaciones.
    Después de aquella terrible impresión, la mujer adquirió diabetes y sufrió con el tiempo los estragos de esta enfermedad.
    El abuelo borró su cuerpo del paisaje familiar. Sólo la imagen en la memoria perduró para siempre
  • Rafael Ramosalıntı yaptı16 gün önce
    Desde temprano, empezaron los preparativos para el baile. Los jóvenes partieron, cantando, en las carretas rumbo al rancho de “Los colorados” para traer la música.
    La tarde cerró sus puertas y nos vació la noche encima
  • Rafael Ramosalıntı yaptıgeçen ay
    Estoy aquí amándote con toda mi edad lozana,
    mi verano de tigre amordazado,
    mi otoño y esta estancia de hielo,
    por donde se fugan los misterios.
    Y es que sólo tú has podido abrir
    de par en par las puertas
    de mi espíritu y mi cuerpo.
  • Rafael Ramosalıntı yaptıgeçen ay
    Sentados a la orilla del tiempo, tiritando,
    atizamos el fuego de la hoguera.
    El grito de la sangre nos calienta,
    echa hondas raíces,
    nos retiene
  • Rafael Ramosalıntı yaptıgeçen ay
    No volveré a morder la tiniebla
    de mi lecho desierto.
    No andaré errante sobre las arenas de la noche.
    Voy a romper el exilio,
    a limpiar el capelo
    donde guardé la llama intacta
    de un amor dolido.
    Me bañaré en las órbitas azules del relámpago
    y emergeré ante esta boda invernal,
    ahora que un soplo azota
    las ventilas de mi vida
  • Rafael Ramosalıntı yaptıgeçen ay
    No andaré errante sobre las arenas de la noche.
    Voy a romper el exilio,
    a limpiar el capelo
    donde guardé la llama intacta
    de un amor dolido.
    Me bañaré en las órbitas azules del relámpago
    y emergeré ante esta boda invernal,
    ahora que un soplo azota
    las ventilas de mi vida
  • Rafael Ramosalıntı yaptıgeçen ay
    Te aguardaba en lo más recóndito de mí.
    Había aprendido a vivir
    entre las bestias puras de la soledad.
    Me sorprendía por los caminos
    cargando mis jornadas,
    las palabras y las noches vacías.
    Y mi cuerpo lavado por el agua de los sueños
    tendía su exhalación amarga
    a esperar la vigilia
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