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Emmanuel Carrère

El Reino

  • Alberto Chimalalıntı yaptı7 yıl önce
    los profetas, objeto a posteriori de la veneración de Israel, debieron de ser en su tiempo energúmenos fastidiosos al estilo de Jamie, que rezongan sin cesar, exhiben sus llagas de manera indecente, joroban al mundo con su exigencia y su miseria; no en vano el nombre de Jeremías ha acuñado en el lenguaje corriente la palabra «jeremiada».
  • Anaalıntı yaptı12 gün önce
    Hago la lista de las personas a las que he hecho daño. La primera que recuerdo es un compañero del liceo: un chico enjuto, demasiado grande, no retrasado realmente pero extraño, del que todo el mundo se burlaba, yo con más refinamiento que los otros. Escribí sobre él pequeños textos acompañados de caricaturas que luego distribuía.
  • Anaalıntı yaptı12 gün önce
    Aspiro, sin conocerla, a otra manera de estar presente en el mundo, aspiro al otro, a mí mismo, a una manera distinta que esta mezcla de miedo, de ignorancia, de preferencia limitada por uno mismo, de inclinación al mal cuando quisiéramos hacer el bien, que es la enfermedad de todos nosotros y que la Iglesia designa con una sola palabra genérica: el pecado.
  • Anaalıntı yaptı13 gün önce
    Soy lo bastante prudente para no manifestar crudamente el fondo de mi pensamiento: saber que esta mujer que reza por la pobre alma de Philip K. Dick nos ha sido enviada por Dios.
  • Anaalıntı yaptı13 gün önce
    mi lectura del evangelista Juan había llegado justo al testimonio de Juan el Bautista, que es a la vez el último de los profetas de Israel y el precursor de Jesús.
  • Anaalıntı yaptı13 gün önce
    Todos los místicos coinciden en señalar que lo que se nos pide es lo que menos deseamos dar. Hay que buscar en nuestro interior lo que más penoso nos sería sacrificar: eso es. Para Abraham, su hijo Isaac. Para mí, la obra, la gloria, el rumor de mi nombre en la conciencia ajena. Por ello de buena gana habría vendido mi alma al diablo, pero el diablo la ha rechazado y sólo me queda ofrecérsela a Dios a cambio de nada.
  • Anaalıntı yaptı13 gün önce
    Mi infierno personal: esa mezcla de impotencia, de resentimiento, de envidia devoradora, humillante, por todos los que hacen lo que yo, apasionadamente, he deseado hacer, he sabido hacer, y ya no puedo hacer.
  • Anaalıntı yaptı13 gün önce
    «Es el Señor», murmura el discípulo a quien Jesús amaba, el que escribió el Evangelio.
  • Anaalıntı yaptı13 gün önce
    mongólico –entonces se decía mongólico, no con síndrome de Down–
  • Anaalıntı yaptı13 gün önce
    En cualquier caso, no se conforman con eso. Podemos debatir sin fin si son más o menos sabias que las otras, lo cierto es que nunca se han recuperado del estupor que les prohíbe vivir sin preguntarse por qué viven, qué sentido tiene todo esto, si es que lo tiene. La existencia es para ellos un signo de interrogación y aunque no excluyen que este interrogante no tenga respuesta la buscan, es más fuerte que ellos. Dado que otros la han buscado antes, y que algunos, incluso, pretenden haberla encontrado, se interesan por sus testimonios. Leen a Platón y a los místicos, se convierten en lo que llamamos espíritus religiosos, fuera de toda Iglesia
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