Ausencia de deseos. «El cese de todo anhelo.» Esta cuestión deldeseo, si quieres saber la maldita verdad, es lo primero que hace un actor. ¿Por qué me obligas a decirte cosas que ya sabes? Hubo un momento, en una u otra maldita encarnación, si quieres, en que no sólo tuviste el deseo de ser una actriz, sino unabuena actriz. Y ahora no puedes deshacerte de él. No puedesvolver la espaldaa los resultados de tus propios deseos. Causa y efecto, hermana, causa y efecto. Lo único que puedes hacer ahora, el único actoreligioso que puedes realizar, esactuar.Actúa para Dios, si quieres, sé una actriz deDios, si tal es tu deseo.