Para Marcial era más Dios que Dios, porque sus dones eran cotidianos y tangibles. Pero prefería el Dios del cielo, porque fastidiaba menos.
Santiago Romeroalıntı yaptı5 yıl önce
Poco a poco, Marcial dejó de estudiarlas, encontrándose librado de un gran peso. Su mente se hizo alegre y ligera, admitiendo tan sólo un concepto instintivo de las cosas.
Santiago Romeroalıntı yaptı5 yıl önce
Llegaba al punto en que los tribunales dejan de ser temibles para quienes tienen una carne desestimada por los códigos.
Santiago Romeroalıntı yaptı5 yıl önce
Su firma lo había traicionado, yendo a complicarse en nudo y enredos de legajos.