Los niños 6

La fraternidad universal de los niños
es la mayor de las tribus salvajes,
y la única que no da muestras de perecer.

Douglas Newton

Yo amaba a mi hermana, dijo Devlin. La amaba porque era mía, y por eso soy ella y ahora ustedes también lo son.

Es un lugar de muerte sin fin, un festival de muerte, donde cada cosa está contenida en otra. Así como yo los contengo, ustedes me contienen a mí. Así como yo contengo a Charlotte y su muerte, ahora ustedes me contienen a mí conteniendo su muerte. ¿Lo ven?

Uno de los pequeños, que había sido apilado en la cima del cono de muerte, de esa pila formidable, no había logrado morir y, al no lograrlo, se había desprendido del montón, y había rodado pesadamente cuesta abajo por la espeluznante colina.

¿Por qué deberíamos permitirnos ser adultos?

¿Sería demasiado afirmar que lo que ocurrió fue un asesinato?

Muere una persona y el mundo sigue girando. Pero si muere otra, alguien que necesitamos, alguien para el cual hemos adiestrado nuestro cuerpo entero y todos nuestros sentidos, si esa persona muere, entonces, oh, el mundo se extingue.

¿Es peor hacer algo o cruzarte de brazos y ver cómo otro lo hace? ¿Es peor hacerlo o que te lo hagan a ti?

Cuando por fin descubres que la gente te deja hacer lo que quieres, eso es ser adulto.

Los niños asentían.

Pero en ese momento, en ese preciso momento, la otra cara de la moneda es que no sientes deseos de hacer nada. Ya nada te da alegría. Eso es ser adulto. Puedes ir a todas partes y hacer cualquier cosa, pero por alguna razón no lo haces. Es una especie de enfermedad.

¿Qué están haciendo?

Solo están sentados. Están sentados y esperan.

¿Qué están esperando?

No les queda nada.

Entonces, no están esperando.