Cuando mi marido cayó enfermo la primera vez le preparé ese plato, que exige que el pollo se cueza lentamente con semillas de loto, de gingko y bayas de Goji secas. Se cree que el loto ha retenido una porción de eternidad, y que el gingko fortalece las neuronas, porque sus hojas tienen forma de cerebro. En cuanto a las bayas de Goji, los libros dan fe de sus virtudes medicinales desde la época de los emperadores y de las princesas.